Las relaciones sociales en la red

A menudo se oye hablar en los medios de comunicación de masas de las relaciones sociales en internet, sobre todo de los chats y los problemas que han provocado. Es curioso comprobar como, con cierta frecuencia, las noticias al respecto son particularidades no extrapolables pero que quedan en el subconsciente colectivo como algo habitual.

Tal vez el problema radique en la confusión, por otra parte inevitable, entre las relaciones sociales en Internet y las tecnologías que se usan para el desarrollo de éstas. Así, el lector habrá recibido en alguna ocasión noticias sobre los problemas que ha tenido un joven en un chat, por ejemplo. Sin embargo, para evitar un análisis simplista, hay que recordar que existen muchas mas herramientas en internet a parte del chat: los blogs, los foros, las páginas de discusión, las listas de correo y las news son los mas comunes.

La confusión a que hacía referencia está motivada por el hecho de que cada una de estas herramientas determina de forma clara varios aspectos de la relación social que se va a desarrollar entorno a ella. Así, por ejemplo, el chat y la mensajería instantánea son idóneos para relaciones personales y privadas por la inmediatez de que dotan a los usuarios. Ello no significa que no se use a menudo el chat para otros usos, como por ejemplo el de proporcionar ayuda en tiempo real entre los miembros de una organización, pero no son su aplicación más conocida. En cambio, los blogs están siendo un recurso muy usado por algunos profesores – denominados a menudo blogfesores – a modo de pizarra virtual para anotar tanto las experiencias de clase como para escribir sobre los temas que en ella tratan. Blogs y foros, como también las listas de correo, son idóneos para mantener una conversación más formal, pero también más estructurada y con más reflexión: es de exigir cuando se suprime la inmediatez en favor de la precisión del texto que se expone.

Estos medios han conseguido entre otras cosas, en el ámbito privado, comunicar a personas que residen en dos lugares muy alejados de forma rápida y asequible. En el ámbito público han tenido una trascendencia si cabe mayor, porque dan la posibilidad de comunicarse a grupos de personas que comparten intereses sin que importe donde reside cada uno pero, a demás, en gran parte de los casos, los resultados de esa comunicación pueden consultarse con posterioridad y quedan a disposición bien del público en general, bien de los participantes presentes o futuros en el grupo; es decir: se generan contenidos.

Por supuesto, como cualquier herramienta, éstas pueden usarse con objetivos perversos o perjudiciales, pero identificar todos o alguno de estos medios como realidades peligrosas de por si es, a demás de insostenible desde el punto de vista argumentativo, temeroso desde un punto de vista más pragmático porque significa obviar todas las comunidades formadas alrededor de alguno de estos medios a quiénes no solo les resulta de utilidad sino, ya, imprescindible.

A pesar de lo dicho, es habitual leer titulares, oír informaciones y ver imágenes que relacionan estas herramientas y las relaciones sociales entorno a ellas con la pedofilia, el maltrato o la anorexia. Aclarado el hecho de que se trata más una excepción que de algo habitual, que duda cabe de que estas prácticas se deben perseguir, cosa que ha originado brigadas de las fuerzas de seguridad especializadas en temas tecnológicos y, a su vez, relaciones sociales (en este caso, sobre todo en foros) entorno a esta problemática, a como evitarla y a como denunciarla.

Y es que las relaciones sociales son tónica dominante en la red, en lo que se ha venido a llamar Web 2.0. En estos momentos llevar a cabo algo en internet obviando la posibilidad de que el lector o usuario o visitante pueda interactuar de una u otra forma es algo casi tan disonante como desplazarse por la vía pública con un carro tirado por caballos. Fenómenos como la enciclopedia virtual Wikipedia, que se nutre de lo que escriben los propios visitantes que, a demás, establecen relaciones sociales entre ellos a través de las páginas de discusión, o el llamado periodismo ciudadano han emergido al calor de esta corriente que impera en la red y que tienen la particularidad de generar contenidos gracias a las relaciones que se establecen.

Tal vez sí sea más necesario de lo que pudiera parecer el llamado periodismo ciudadano a juzgar por los lugares comunes simplistas y estereotipados en los que se basa demasiado a menudo la prensa de masas – o, siendo más justos, parte de ella – para dotar de atractivo a las informaciones relacionadas con este mundo que puede parecer cerrado, confuso e ingobernable a quien no se haya aproximado a él. En realidad, estas actitudes responden al miedo a la novedad que ya se ha percibido históricamente en otros asuntos.

En internet como en cualquier otro aspecto de la vida las relaciones sociales son una necesidad pero, por todo lo expuesto anteriormente, queda claro que hay que satisfacerla, en este caso, buscando una concordancia lo más cuidada posible entre el medio elegido (un blog, un foro, un chat) y el tipo de relaciones que se pretende se lleven a cabo en ese marco.

Queda claro, por lo tanto, que las relaciones en la red son tan diversas como las que se dan fuera de ella y que marginar un tipo de ellas o un modo de conseguirlas es tan absurdo como criminalizar a los bares porque en algún caso se ha producido una pelea de importancia. Las nuevas tecnologías, como cualquier herramienta, resultan en cosas positivas o negativas para el conjunto de las personas y para cada individuo en particular dependiendo del uso que se haga de ellas.